Sintió la pesadez del calor. “El calor siempre me cansa”, pensó mientras se cuestionaba si eso le pasaría a toda la gente, si todos se sentirían tan agotados físicamente por el calor. Miró a su alrededor observando las reacciones de los demás ante sofocante temperatura y no descubrió nada. Toda la gente tan sonriente, tan autómata, tan ensimismada. Venía de regreso de la carnicería caminando, contando los pasos de distancia desde su último pensamiento hasta su destino.
Se recogió el cabello, ese larguísimo y negro cabello pesado, abundante, rebelde y ondulado. No existía accesorio ideal que sostuviera semejante melena; sin dudar, siempre quedarían algunos divertidos cabellos burlándose de ella mientras intentaba sujetarlo. Hizo lo que tenía que hacer como todos los días. Ni más tarde ni más temprano. Estaba tan aburrida de que su vida pasara de largo sin sentirse útil. Y sin hacer nada para dejar de sentirlo.
También se descubrió enamorada. Ni modo, sí lo estaba y qué. Ni le estorbaba ni le servía. Simplemente existía. Aunque era un pensamiento que procuraba no pensar. Nunca ha sido divertido para nadie estar enamorado sin ser correspondido. Sabía de cierto que nadie tiene la obligación de enamorarse de ella. Las cosas simplemente suceden, la vida es una rueda de la fortuna, no es necesario cuestionar los porqués. “Lo mejor siempre está por venir, lo mejor siempre está por venir” se repetía constantemente. La depresión y el ocio la estaban aniquilando.
Sabía bien lo que quería pero no sabía cómo obtenerlo. Necesitaba sacudirse el cuerpo, la mente, el alma. Aplicar para ella su consejo favorito para el mundo: “sonríe, siempre sonríe”. Estaba harta de que la gente la viera como una mujer sola, triste y en los últimos días, hasta conflictiva. Estaba hastiada de tanto llorar. Esa no era ella.
Como siempre que se sentía insegura se vio en el espejo, ese que nunca la engañaba. Y el reflejo no le mintió: aún eres divertida, aún eres guapa, aún eres joven, date otra oportunidad. Se pidió disculpas por haberse hecho eso a ella misma, por haberse vestido de baja autoestima. Decidió –sólo por el momento- guardar su pensamiento feliz y empezar a construir los verdaderos.
Se soltó el cabello, ese que tanto le molestaba, lo acomodó un poco con sus dedos, se maquilló ligeramente como le gustaba, se brilló los labios, se miró de reojo otra vez en el espejo y ahora sí su reflejo le gritó: ¡re guapa!, tomó su bolsa, abrió la puerta de su casa mientras dejaba una estela de perfume a su paso, se puso los enormes lentes de sol y sonrió.
8 comentarios:
urdDespués de leerte sólo pude pensar en una canción de Amparo Ochoa, Amar en tiempos de guerra, aquí un trocito:
Es hablar de la esperanza
y del amor que nos cuesta
hacer crecer en el vientre
de la historia nuestra huella…
…
Por eso he de concluir
sin que mi guitarra duerma
que ningún golpe es mortal
si no se teme a la muerte
que el anhelo por estar
en guardia y en la trinchera
es oficio del que ama
aún en tiempo de guerra
Besos Lia
¿Por qué insistir domar al cabello rebelde si lo único que realmente quiere es estallar y ser libre?
Me gustó tu escrito
Saludos.
¿Hola?
Hola Lia de nuevo yo por aca, este fin de semana es mi cumpleaños y tendre una fiesta en el blackcherry... Tendremos una dj de la mansion playboy y mucha mas party, me gustaria que vinieras tu y la niña que gira en un tacon. Tambien tocara mi hermano frost asi que si gustan por fa diganme para pasarles unas cortesias...
P.D. no te estoy stalkeando tambien va a ir mi novia jajaja.
aL StalKerLiciOusS
es el viernes asi que apurenle jaja mi # es 33 14 10 44 67
:) me gusta como escribes
te visitaré
saludos
Hola amiga,
¿Qué es el pensamiento feliz?
Un abrazo
gracias a todos por pasar por aquí a leerme..
amiga, ahora mismo me paso por tu blog y te explico el pensamiento feliz.
besos a todos :)
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