viernes, 5 de junio de 2009

Sin título # 11

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Me despertó la vibración de mi teléfono celular bajo mi almohada. A tientas lo saqué de su escondite y miré la pantalla. Asombrada contesté.


- Soy yo – Me dijo la voz al otro lado de la línea.

- Ya veo…

- Necesito hablar contigo, estoy afuera de tu departamento, por favor ven.

- Ya salgo.


Mientras salía perezosamente de la cama intentaba encontrar el motivo de su presencia en mi casa -a altas horas de la madrugada-, “ni siquiera somos amigas como para venir a hablar conmigo” pensaba cuando me miré al espejo y me descubrí despeinada y con los ojos hinchados. La encontré sentada en su auto –desconocido para mí- fumando con prisa; me vio y con un gesto me invitó a subirme en el asiento del copiloto.

Me acerqué, le di un beso en la mejilla como saludo. Estaba fría por el viento helado provocado por la lluvia.


- ¿Qué pasa?

- Es que no sé cómo empezar. Ya no aguanto más.

- ¿En qué te puedo ayudar? ¡Estás temblando!, vamos adentro, te hago un té y mientras me cuentas qué sucede.


Sin decir palabra me obedeció, bajó del auto y como una sombra caminó tras de mí. Le entregué una manta para envolverse, preparé dos tazas de té y nos sentamos en mi cuarto a conversar. Yo –como siempre- en el quicio de la puerta abierta que da a la terraza, fumando un cigarro y dando pequeños sorbos a mi humeante taza, y ella en el sillón verde.

Aunque habíamos coincidido varia vez en algunos eventos y por causas extrañas habíamos intercambiado teléfonos, nunca habíamos conversado a solas, siempre estábamos rodeadas de amistades, ni siquiera recuerdo cómo nos conocimos. Pero innegable era que mis ojos siempre la seguían con discreción.

Mientras se calentaba las manos con el calor de la bebida yo no dejaba de pensar cuál era su objetivo de venir a verme, cómo había conseguido mi dirección, qué hacía aquí. Creo que me adivinó el pensamiento cuando sus ojos se encontraron con los míos.


- No sé cómo pasó, pero no puedo sacarte de mi mente.



Silencio total de mi parte. Ni una palabra.


- Te he estado evitando, no me atrevo a verte, si sé que vas a ir a alguna reunión busco el pretexto perfecto para no asistir, pero nunca lo hago.


Su voz me parecía tan lejana, aunque estaba sentada a menos de dos metros de distancia de mí, la veía tan pequeña, tan ausente. Su rostro me era completamente desconocido. No sabía quién era ella.


- Pareces muy angustiada –le dije-, no sé qué puedo hacer por ti. Tal vez dejar de coincidir en los compromisos, o no sé…

- No, no vine a pedirte eso. ¿De verdad no estoy siendo clara?, ¿no te das cuenta lo que estoy queriendo decirte?


Más silencios míos.


- No aguanto ya las ganas de acercarme, de rozar tus manos con las mías, de acercarme a tu cuello…



Dicho esto, bajó del sillón verde, caminó a gatas hasta la esquina donde estaba hecha yo un ovillo, con los ojos redondos igual que platos y el cigarro consumido entre mis dedos. Se acercó tanto que pude aspirar su aliento, cerré mis ojos y no moví un dedo. Sólo sentí sus labios encima de los míos.



8 comentarios:

Lady Jesus dijo...

Este post en muy, muy sensualón.

¡Sos una picarona! Tu blog debe ser para mayores de esas… ok no.

Stroush... me suena a perro inglés o algo así.

Lady Jesus dijo...

Jajajaja puse "esas" en vez de edad... ¡Ash! Yo y mi dislexia.

Perdone usted señorita Lía, pero el hambre entorpece mis capacidades mentales.

Obega... ¿bodega? ¿borrega?

Amara dijo...

Lia! Te pasan las cosas más extraordinarias!

Qué lindo escribes, casi puedo ver la escena.

Bueno, y tú qué sentiste?

Anónimo dijo...

En verdad escribes muy bonito...
Ella es la chica de tus post anteriores? la que conociste en el programa de radio o algo asi?
Podria hacer una novela con tu historia jejej
Saludos.
Atte Cristal

Lia dijo...

Hola Cristal, gracias por leerme y por tus comentarios.
Y no, ella no es la chica de mis post anteriores.. el relato fue un sueño nomás, nada que ver con la realidad. De hecho no recuerdo su cara aunque fue muy real.

Saluditos!

Anónimo dijo...

aw :( yo queria que fuera real...
saludos chica
cristal

Lia dijo...

Yo también...

Virginia dijo...

siiii....

tu dejate querer...

=)